El camino fue largo, unas dos horas, de carreteras imposibles que lo hacían aún más largo.
Por fin entramos por un caminito estrecho desde donde veíamos una verja de color verde. Díos, mi corazón se disparó cuando nuestro representante se bajó y abrió.
Thai Nguyen |
La gente de las casitas de los alrededores salieron todos muy sonrientes porque sabían a lo que veníamos. Aquí están muy agradecidos de que nos llevemos a estos niños a una vida mejor. Todo el rato que estuvimos dentro del orfanato, esa gente esperó fuera para vernos salir con los niños. Tan solo había que ver sus caras de felicidad.
Entramos a una sala donde se realiza la entrega, y nos dijeron que teníamos que esperar un poco. Pero casi por sorpresa empezaron a entrar cuidadoras con bebés en brazos. Decían el nombre del bebé. Nosotros buscabamos entre todas esas caritas la de nuestra peque. No la encontrabamos, tenía que estar supercambiada.
Había una cuidadora que no paraba de decir un nombre, decía Hanh, pero con una pronunciación que suena totalmente diferente a lo que nosotros decimos, hasta que nuestra traductora nos dijo: "es vuestra hija Hanh".
Nos acercamos a ella y la abrazamos, era preciosa, madre mía que ojos tan grandes.
Primer abrazo con mi mama |
Primer abrazo con mi papá |
Ceremonia de Entrega |
Desde ese dia no hemos podido dejar de mirarla, cada vez la vemos mas bonita.
Poco a poco se va acostumbrando a todas las cosas nuevas que va descubriendo con nosotros, y le encanta salir a la calle y ver con sus ojos enormes como se desarrolla la vida en su país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario