domingo, 25 de marzo de 2012

22 Marzo: un año a nuestro lado

Si, que rápido se dice, pero ya ha pasado un año desde aquel 22 de Marzo de 2011, en el que Sara estuvo por primera vez en nuestros brazos.
Me pongo a recordar y me parece todo tan lejano, pero podría describir cada uno de los segundos de aquel maravilloso instante.
Recuerdo como estaba su ropita ordenada en el armario preparada para meterla en su maletita, y recuerdo lo temprano que nos levantamos aquel día, con los nervios a flor de piel y el estómago lleno de mariposas.
El cielo estaba nublado (como siempre), y con un calor sofocante y pegajoso (como siempre), pero todo apuntaba que iba a ser el día más maravilloso de nuestras vidas.
Dos horas interminables de autobus, por unas carreteras inimaginables y con el tráfico típico de aquel país. Aquello ya casi no nos llamaba la atención, porque lo único que teníamos en mente era si ella estaría bien, si la reconoceríamos, como reaccionaría ella, como reaccionariamos nosotros...?

Y llegó el momento. Cuando el autobús paró, pensé "ella está ahí, muy cerca, esperandonos..."
Y Sara llegó. No imaginabamos que tan rápido, pensabamos que se demoraría más la entrega, el papeleo, el protocolo... Pero no, antes de que nos dieramos cuenta, empezaron a entrar todos los niños con su cuidadoras.




"Hanh", "Hanh".
Sí allí, justo enfrente nuestra estaba "Nguyen Thi Mi Hanh", nuestra princesa Sara a partir de ese mismo instante. Casi sin pensar que podía asustarla, se la cogí a su cuidadora de los brazos, y la abracé sintiendo que era la niñita que tanto tiempo había estado esperando.

Su papa me preguntaba "Es Thi Mi Hanh?" y le contesté "Sí, es Sara".
Por favor, que cara más bonita, que ojos tan expresivos... Cuantos años de lucha, de incertidumbre, de desesperación habían terminado en ese mismo momento.
Sara se había convertido en nuestra niña y en el fruto de un amor que tanto había tenido que luchar.
 
En mi cabeza retumban ahora mismo, sonidos e imagenes de ese momento, como si hubieran sucedido hace solo cinco minutos: una sala llena de niños, de padres alborotados y llenos de amor, de ternura, de alivio...
Unos padres que se habían convertido en amigos durante una semana y parecía que se conocían de toda la vida, porque sin expresar mucho, ni contar demasiado, todos sabíamos que habíamos ido a buscar a esa personita que por un motivo u otro era el motor que faltaba a nuestras vidas.
No os olvidaremos nunca, amigos, fuisteis nuestro apoyo y fortaleza durante los momentos más duros. Y fuisteis nuestra sonrisa y alegría en los momentos más felices.
Pequeña Sara, estás con nosotros, te miramos y aún nos pareces un sueño. Pero este sueño es tan real que te abrazamos, te besamos, te queremos y nos sentimos los papás más felices del mundo por haber vivido esta historia de amor tan bonita, y tu has sido la protagonista: Sara Hanh.

domingo, 8 de enero de 2012

La Navidad más bonita de nuestras vidas.

Esta es la navidad más bonita que hemos vivido como pareja. Sara estaba con nosotros. Han sido nuestras primeras navidades junto a nuestra hija.



Todo ha sido diferente y lo hemos vivido diferente por ella, porque ella nos hacía tener ilusión por cosas que hace años teníamos olvidadas. Ella es pequeñita todavía pero hemos querido que empiece a vivir estas fiestas con la ilusión con la que todos los niños lo hacen.
Hacía muchos años que no poníamos arbol ni belén en casa, pero este no hemos tenido ni que pensarlo, lo hemos puesto por nuestra pequeña Sara, y lo haremos mientras ella viva la ilusión de la navidad a nuestro lado.
Ha tenido sus primeros regalos de Papa Noel, "papa" como ella dice, sus primeros regalitos de reyes y sus primeras fiestas navideñas.
Sara crece muy rápido y casi nos parece mentira que el 29 de diciembre de hace un año, vimos sus foto por primera vez, recibimos el mejor regalo de navidad que jamas habíamos tenido: la noticia de que Sara sería nuestra hija. Sí, hace un año, ha pasado rapidísimo, solo hay que verla a ella.



 Ha sido el año más maravilloso de nuestra vida, porque esa foto que nos llenó de alegría e ilusión se ha convertido en una preciosa niña que podemos abrazar, querer, besar, oir, tocar, oler, sentir... y por mucho que la miramos hay veces que nos parece increible que esté a nuestro lado.
Nos hace sentir las personas más felices cuando la vemos reir, jugar, gritar, dormir,... es feliz, y nosotros junto a ella.

Te queremos Sara Hanh, y cada día es especial a tu lado mi pequeña vietnamita.